Había una vez un niño al que le encantaba construir robots. De hecho, tenía una estantería llena de ellos, Pero, un mal día, comenzó a sentirse mal y su malvado padre, ignorando que era cierto, le dice que está fingiendo y es sólo una excusa para no construir el robot que tenía pendiente.El niño se sintió indignado, ya que su padre sabía perfectamente que le encantaba armar robots y que jamás fingiría estar malo para librarse de esta agradable tarea. Entonces, el niño, sin hacer caso a las burlas de su padre, se tomó una menta poleo y se fue a dormir. Gracias a la decisión de no hacer caso a su padre, el niño siguió con sus ilusiones y se convirtió en el famoso hombre que inventó "la inteligencia artificial".
Actualmente, tiene su propia empresa de robótica y, finalmente, su padre se tuvo que tragar sus palabras.
Actualmente, tiene su propia empresa de robótica y, finalmente, su padre se tuvo que tragar sus palabras.
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